lunes, 27 de febrero de 2017

Iniciativa Adopta Una Autora 2: Neïra

Bueno, hoy siguiendo con la Iniciativa Adopta Una Autora sigo hablándoos de Neïra, pero me he decantado por hacer algo más personal y contar quizá otras cosas menos conocidas, y para ello, tengo la suerte de poder contar con su colaboración para que responda a algunas de mis preguntas (con alguna quizá necesite ayuda para hacer presión y conseguirlo: "tatuaje" ejem, ejem, cof, cof...).

Pregunta: ¿De dónde salió Neïra?
Respuesta: Confieso que me decanté por un seudónimo, en vez de por mi nombre real, por dos motivos. El primero, porque yo nunca me imaginé llegar a vivir de ello y quería separarlo de mi supuesta futura vida laboral. El segundo, por pudor.  A la hora de elegir solo tenía una idea clara, y fue que quería algo sencillo y muy representativo, como un sello, pero que dijese algo de mí. Neira es uno de mis apellidos y se nos ocurrió ponerle las diéresis para jugar con esa simetría, sin más. De todas formas, a partir de mi última novela, he empezado a usar mi nombre.

P: ¿En qué momento surgió Oliva?
R: Oliva nació en un momento de mi vida en el que estaba un poco perdida. Me vi saturada por muchas cosas, tanto a nivel laboral como de salud y personal, y simplemente busqué una vía de escape. La encontré en una vieja libreta en la que escribí «Me llamo Oliva…» y ya no pude parar. Llevaba toda la vida escribiendo, pero nunca nada más allá de poemas o relatos, y fue la primera vez que conseguí terminar algo en serio.

Hola Mario, estás que crujes, ¿lo sabes?

P: ¿Cómo fue esa idea de la autopublicación?
R: Yo nunca escribí con la intención de intentar publicar, pero había oído hablar de la autopublicación en Amazon y, cuando terminé la novela y mi novio me dijo «pues habrá que hacer algo con ella», comencé a fisgar en internet en qué consistía este mundillo. Sin darme cuenta, un día acabé subiendo «La lista de Oliva» a la plataforma con más miedo que otra cosa. Lo único que deseaba era que alguien más que mi familia lo leyera y pasase un buen rato, tachar ese objetivo de mi lista y lo conseguí.

P: Cuéntanos un poco cómo fueron los pasos que llevaron a Oliva con Zafiro.
R: Oliva fue una sorpresa para mí. De un día para otro empezaron a llegarme mensajes, reseñas, solicitudes de amistad… y me costó asimilar un poco todo lo que estaba pasando, pero aprendí a disfrutarlo y tampoco pedía más, de verdad, me bastaba.
Sin embargo, un día, unos cuatro o cinco meses después de publicar «La lista de Oliva», no lo recuerdo con exactitud, una lectora me escribió para decirme que conocía a la editora de Zafiro y que estaba convencida de que Oliva sería bienvenida en el sello. Y así fue.
Gracias desde aquí a Mónica por ayudarme a dar ese salto y a Esther Escoriza por confiar en mí.

P: ¿Todavía no te has planteado de verdad tatuarte una oliva con un sombrero vaquero? (Pregunta totalmente real y seria)
R: Jajaja (risas mil)… A ver, muchas sabéis que soy una adicta a los tatuajes y que en el caso de mi segunda saga, «Fuimos un invierno» y «Fuiste mi verano», sí que me hice uno que para mí significaba mucho en honor a ellos, pero en el caso de Oliva no lo he sentido así. Cada historia cala de un modo distinto en nosotros y con Daniela sí tuve ese impulso en su momento, pero con Oliva he vivido otras cosas y tatuarme no está entre ellas, no sé explicarlo mejor. Quizá con el tiempo lo haga, porque estoy un poco loca y no lo descarto, pero a día de hoy la respuesta es no.

P: ¿Cómo apareció Daniela en tu vida?
R: Esto es complicado. Cuando terminé Oliva, me senté con la intención de seguir en la línea de la comedia por diferentes motivos, pero enseguida me vi envuelta por un tono, unos personajes  y una historia que no eran precisamente de comedia. Le di un pequeño giro y su mundo me atrapó. Seguramente estaréis pensando si no chupo pegamento mientras escribo estas cosas y prometo que no. Es que de verdad que simplemente todo fue fluyendo, ni siquiera tenía una trama meditada, sino que me dejé llevar por una idea y ese fue el resultado.

P: La bilogía de Daniela y Luca, de tu mano, ha dado el paso al papel. ¿Cómo se te ocurrió embarcarte en ese nuevo proyecto?
R: Bueno, parto de que para mí la historia de Daniela es muy especial. Creo que con ellos fue cuando me di cuenta de que podía escribir libros. Sí, suena raro después de que ya hubiera escrito dos, pero es que hasta ese momento no me había dado tiempo a interiorizar todo lo que estaba viviendo, y llegó Daniela y con ella supe que yo quería pasarme los días haciendo eso mismo. Contando otras vidas, viviéndolas, aprendiendo cada día un poco más.
El caso es que yo tenía mucha fe en esta historia, pero no tuve suerte y veía que comenzaba a quedarse en el olvido y me pareció una buena idea para darle un empujón. Esa es la explicación más profesional. ¿La moñas? Que me moría por verla en mis estanterías y pensé «¿si nadie lo hace por mí, por qué no yo?».

Luca, contigo al fin del mundo...

P: ¿Qué se siente al ver la aceptación que están teniendo tus historias?
R: Felicidad extrema. Miedo. Ilusión. Miedo. Motivación. ¿He dicho ya miedo? Un montón de cosas que a veces me hacen pararme en casa y reflexionar, porque todo está pasando muy rápido y tengo que protegerme de posibles caídas. No obstante, cuando digo miedo no es algo malo, sino que hasta eso es positivo. Todo lo está siendo.

P: Antes de nada, me gustaría hacer un inciso sobre algo que comentaste antes, y es que en esta nueva novela, aunque también está tu pseudónimo, por fin aparece tu nombre, ¿a qué se debe el cambio?
R: Pues porque en el fondo ya todo el mundo me conoce, sabe cómo me llamo en realidad y creo que había llegado el momento de dar la cara jajajaja.

P: Cuéntanos un poco de tu nueva novela: «Valiente Vera, pequeña Sara».
R: Vale, esta novela es un giro un poco loco a lo que he hecho hasta ahora. Me he dado cuenta de que tengo la necesidad de cambiar, de probar cosas nuevas, de aprender todo el tiempo y arriesgar dentro de lo que se puede arriesgar en este género. Esta novela lo es de algún modo. Es una historia con un tono mucho más dulce, melancólico, con un lenguaje menos coloquial del que os tengo acostumbradas, pero muy sentida. Muy emocional. Narra la vida de personas unidas por algo muy fuerte que en algún punto se rompe y eso lo condiciona todo. Hablo de la amistad, del hogar, del miedo, de decisiones erróneas y de cómo las hacemos frente. No sé, ¿no os he contado nada en realidad, verdad? Bueno, es que odio condicionar a nadie, prefiero que cada una se forme sus propias impresiones cuando llegue el momento.

Alex, ¿y si te secuestro un par de semanas?

P: La historia es totalmente opuesta a lo que habías escrito hasta ahora. ¿Te asustaba la aceptación que pueda tener?
R: Mucho. La verdad es que parece ser que escribo como terapia, no como medio de vida, porque «Valiente Vera, pequeña Sara» llegó en un momento de estrés absoluto en el que necesitaba relajarme, disfrutar y escribir para mí de nuevo, porque desde que la primera parte de Oliva tuvo esa aceptación, no había vuelto a hacerlo al 100%. Os juro que si no llega a ser por Saray García y Alice Kellen, que esta vez fueron mis dos primeras lectoras cero, esta novela no hubiera salido de mi ordenador, porque me aterraba.
Odio las generalidades, pero vamos a hacer una ya que estamos en confianza... La lectora común de romántica suele ser bastante crítica a la hora de comparar, pero a su vez esperan que sigamos una línea establecida. Me explico. Nos exigen novedad dentro de un género en el que es difícil innovar, pero a la vez que no te salgas de lo que las tienes acostumbradas. Es decir, quieren que hagas cosas nuevas, que arriesgues, pero no tanto como para que ya no vean lo que les gustó en tus novelas anteriores. Creo que sería más fácil darles sangre de unicornio, si nos la pidieran. Pues en esta ocasión mis dudas van por este camino. Estoy contenta con el resultado y como novela creo que tiene posibilidades, pero soy consciente de que las opiniones pueden ser más radicales, porque digo desde ya que Oliva y esto se parecen como un huevo a una castaña.

P: Los Lectores 0 creo que tienen en sus manos mucho poder, cuéntanos algo sobre ellos...
R: Vale. Cuando yo empecé, mis lectores cero eran de mi familia. Era guay, porque todo les parecía maravilloso, pero poco útil (mi madre cree que me merezco el Nobel). Con Daniela tuve la suerte de poder contar con lectoras voraces de romántica que fui conociendo por el camino y que se convirtieron en amigas, ampliando el círculo. A partir de ahí, todo se ha profesionalizado un poco, y actualmente tengo dos grupos diferenciados. Mi familia y alguna amiga, entre las que cuento con lectoras de romántica y otras a las que no les gusta el género (estas críticas suelen ser las más útiles), y escritoras que se han cruzado en mi vida y con las que las revisiones son más constructivas a nivel estilo, estructura, trama, etc.
Todas hacen un trabajo increíble sin el que las novelas que llegan a vuestras manos no estarían tan cuidadas y tan bonitas. ¡Os quiero!

P: ¿Nuevos proyectos en el horizonte?
R: Sí. Más o menos unos 5687. Ahora en serio, tengo mil documentos empezados y dejados a medias por diferentes razones. Algunos los recuperaré algún día y otros acabarán siendo borrados en algún siroco que me dé, pero a día de hoy poco más puedo decir, porque ni yo sé por dónde tiraré. Bueno, miento, hay un proyecto terminado (de hecho lo escribí antes de «Valiente Vera, pequeña Sara») que está esperando en un cajón su momento… ;)

¡Bravo! Todos en pie, ¡aplaudid más fuerte!

P: Una situación «difícil» de cada libro me parecen Los agradecimientos. ¿Cómo te planteas ese momento?
R: Es horrible. Primero porque tiendo a enrollarme a la mínima y hay que intentar condensarlos en un par de páginas. Segundo, porque vivo con pavor a dejarme a alguien que haya sido esencial para la novela en cuestión. A pesar de ello, es una parte preciosa que disfruto mucho escribiendo.

P: Y por último, un consejo para alguien que tenga algo en mente y aún no se haya atrevido a dar el paso...
R: Dar consejos es un asco, porque cada persona es un mundo, pero yo siempre digo que a mí lo que me ha funcionado hasta hoy ha sido confiar en mi instinto, encontrar mi propio estilo (esto parece una tontería, pero es esencial) y leer mucho, nunca dejar de aprender.
Algo más específico…
Si aún no lo ha escrito, que se siente y se deje llevar, que no tenga miedo de enfrentarse a él mismo, pero que saque eso de dentro antes de que se enquiste y duela.
Si ya tiene un borrador, que haga con él lo que de verdad desee. ¿Que lo quiere guardar en un cajón y regalárselo a su primer nieto? Que lo haga. ¿Que quiere verlo publicado, pero le da miedo lo que pueda pasar? Que lo haga también. Pero, lo más importante, es hacerlo, atreverse si es lo que de verdad desea.
Para quien no lo sepa, pero que viene de perlas para responder a esta pregunta y como cierre de entrevista, repito las palabras del comienzo de «Valiente Vera, pequeña Sara». Esa dedicatoria que aparece y que se puede aplicar a todas las facetas de la vida: «Para los valientes, el mundo es vuestro».


Hasta aquí llegó la entrevista, y con vuestro permiso, quiero dejar mi pequeña opinión sobre "Valiente Vera, pequeña Sara":
"Esa sensación de vacío cuando terminas una historia que te ha llenado. Así estoy ahora mismo...
Poco a poco nos vamos adentrando en la historia, conociendo a los personajes, sus situaciones, vivencias y cuando nos damos cuenta estamos disfrutando de la casa del lago, de los recuerdos que quedaron allí y compartiendo cada momento junto a Sara, Vera, Alex y los demás.
Me ha hecho sentir. Mucho. Muy fuerte. ¡Y más! Me ha hecho sonreír y me ha encogido el corazón más de una vez. Pero sobre todo, no me ha dejado indiferente y eso, hoy en día, es de agradecer.
Volveré a leerla, seguro. Se ha ganado un sitio especial entre mis favoritas."


Y esto ha sido todo. Como siempre, un placer Andrea.

1 comentario:

  1. Hola!
    Yo también formo parte de este iniciativa y el viernes publico la primera entrada!! Me ha encantado leer esta entrevista a esta escritora que es ya una de mis favoritas. En nada voy a empezar su nueva novela y sé que me va a entantar!!
    Por cierto, me quedo por aquí ;)
    un beso
    S

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